Para los que comenzaron a leer sin antes ver
el video, les recomiendo que se devuelvan y lo miren porque es una perfecta
introducción para este tema. Obviamente, si ya lo vieron, hagan caso omiso de esta
recomendación y continúen leyendo tranquilamente.
Sucede que, justamente como dice el video, el
compromiso no es algo que se compra por kilos y se usa cuando se necesita. Es
una actitud personal, una forma de enfrentar cada empresa, cada tarea que se
nos pone por delante. Si no lo asumimos de esa manera, simplemente no se dará y
las cosas quedarán a medio hacer.
Patricia Hashuel (2002) define el compromiso
como “el fenómeno esencial para coordinar acciones
con otros”. Por otra parte, según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (RAE),
la palabra compromiso se deriva del latín compromissum,
y su significa “obligación contraída”. Ahora cabría podemos preguntar: ¿una
obligación contraída con quién?
En esto del aprendizaje colaborativo, existen
dos tipos de compromisos, muy distintos en su concepción, pero con un mismo
fin. El primero es el compromiso consigo mismo, como persona interesada en
adquirir un conocimiento, analizarlo e internalizarlo de tal manera que lo hace
suyo para siempre. El otro es el compromiso con el conjunto de personas que
conforman el entorno cercano de aprendizaje, Cornell Montgomery (1794), es
decir, los involucrados en un proceso que siga los principios del aprendizaje
colaborativo. El segundo no se da si antes no se desarrolla el primero. Y la
importancia de lograr desarrollarlo consiste en que ya no sólo está en juego
una calificación o un proceso de aprendizaje individual, sino que todo lo que
hagamos o dejemos de hacer afecta, de una u otra manera a todo el grupo.
Es
como una larga serie de engranajes, donde cada miembro del equipo representa
uno de esos engranajes; si uno de ellos se detiene, se tranca o ralentiza,
traslada ese efecto a los demás.
Slavin (1999) afirma que el éxito del grupo
debe depender del aprendizaje individual de todos los miembros del grupo.
Edurne Goikoetxea y Gene Pascual (2004), investigadoras de los resultados de
diferentes métodos de aprendizaje colaborativo de la Universidad de Deusto
(UNED), encontraron que la clave para que esto suceda es que cada estudiante
perciba su rol de ayuda al aprendizaje de sus compañeros, no se trata sólo de
ayudar a que termine una tarea individual. Estos pueden ser factores
importantes de motivación para que cada participante se motive y adquiera el
compromiso necesario, para consigo mismo y para con el grupo.
Cierro este punto con la siguiente reflexión: Está claro que el compromiso con el grupo se basa en cumplir las obligaciones individuales contraídas, pero... ¿De qué manera podemos desarrollar nuestro compromiso personal?
“Compromiso es lo que transforma una
promesa en realidad.
Es la palabra que habla con valentía de nuestras intenciones.
Es la acción que habla mas alto que las palabras
Es hacerse el tiempo cuando no lo hay.
Es cumplir con lo prometido cuando las circunstancias se ponen adversas.
Compromiso es el material con que se forja el carácter
para poder cambiar las cosas
Es el triunfo diario de la integridad sobre el escepticismo.”
Shearson Lehman
Es la palabra que habla con valentía de nuestras intenciones.
Es la acción que habla mas alto que las palabras
Es hacerse el tiempo cuando no lo hay.
Es cumplir con lo prometido cuando las circunstancias se ponen adversas.
Compromiso es el material con que se forja el carácter
para poder cambiar las cosas
Es el triunfo diario de la integridad sobre el escepticismo.”
Shearson Lehman
Referencias y lecturas complementarias:
Aprendizaje colaborativo: Bases teóricas y
hallazgos empíricos que explican su eficacia.
http://www.uned.es/educacionXX1/pdfs/05-10.pdf
John C. Maxwell. Cómo desarrollar un compromiso
firme.
5 comentarios:
En la educación el aprendizaje colaborativo adquiere una connotación especial debido a la misión que le corresponde en la formación y desarrollo integral de la personalidad a partir del logro de una cultura general integral donde deben establecerse compromisos por parte de todos los cooperadores en el proceso. El conocimiento de las técnicas de aprendizaje colaborativo y el desarrollo de habilidades en el mismo por parte de los docentes y estudiantes, constituye una necesidad contemporánea para elevar la calidad del proceso de enseñanza – aprendizaje.
Un punto de suma importancia, ya que se Pone en juego nuestras capacidades para sacar adelante todo aquello que se nos ha confiado.
Una persona comprometida es aquella que cumple con sus obligaciones haciendo un poco más de lo esperado al grado de sorprender, porque vive, piensa y proyecta sus energías para sacar adelante todo lo que se le asigne.
Definitivamente, debe existir un compromiso para embarcarse en el aprendizaje colaborativo. Para que el compartir de las experiencias llegue a suceder, debe existir un grado de vinculación, no sólo con el beneficio propio, sino también con el beneficio del colectivo.
El compromiso es un valor de vida de cada persona, aprendido quizás desde el hogar, sin embargo concuerdo con el vídeo que dice que la gente se puede ir entrenando en el compromiso si no lo tiene como uno de sus valores.
Y que mejor entorno para empezar que en un proceso de aprendizaje quizás de otros tópicos, pero también este aspecto sea tocado y a la vez fortalecido en algunos de sus integrantes es a lo mejor su oportunidad para demostrarse a si mismo y a otros que es capaz de comprometerse y cumplir
Definitivamente el compromiso es una actitud completamente personal, debemos asumir cada tarea que se emprende sin importar las piedras que puedan aparecer en el camino. A fin de culminar con exito y no dejar las cosas a medio hacer. Considerando que a traves del nivel de compromiso que se posee, se muestra el valor de la palabra que se da, al asumir cierta responsabilidad.
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